El lipedema es una condición que afecta sobre todo a las mujeres, pero que resulta una gran desconocida para muchas de ellas. Puede provocar dolor e hinchazón en zonas muy concretas del cuerpo y la atención temprana es la mejor forma de garantizar el bienestar de quienes la sufren. Por eso es necesario saber cómo identificar el lipedema y qué soluciones existen actualmente para eliminar o controlar sus síntomas.
El lipedema es una enfermedad crónica que provoca un acúmulo patológico de grasa en las piernas y que en determinados casos puede hacer que dicha acumulación se dé también en los brazos.
Esta afección se da principalmente a mujeres, y provoca un aumento de volumen en las extremidades inferiores, a menudo desproporcionado con respecto al resto del cuerpo.
El lipedema puede ser doloroso y producir limitación de la la movilidad y la calidad de vida de quien lo sufre. Puede confundirse con la obesidad o con la celulitis, pero lo cierto es que se trata de una condición diferente que requiere de atención y tratamiento médico especializados.
No existe cura, pero sí distintos tratamientos para el lipedema que ayudan a controlar los síntomas en función del grado de afección que presente cada persona.
El lipedema en las piernas se da de forma crónica y progresiva. Esta dolencia se caracteriza por provocar una acumulación anormal de grasa en las extremidades inferiores, lo que provoca hinchazón, dolor agudo y sensación de pesadez y cansancio sin explicación aparente.
Lo normal es que el lipedema en las piernas se presente con una distribución desigual de la grasa, con un tamaño exagerado de los muslos o las caderas con respecto a unos tobillos y unos pies de tamaño mucho más reducido. Las mujeres sufren este tipo de afección más que los hombres, y además puede ser hereditaria.
Aún no se conoce una cura para el lipedema en las piernas, pero actualmente hay disponibles diferentes opciones de tratamiento con las que paliar sus efectos y ayudar a mejorar los síntomas y la calidad de vida de quienes lo sufren.
En ocasiones, además de presentarse en las piernas, las acumulaciones de grasa del lipedema también pueden presentarse en los brazos.
En este caso, lo que se produce es un aumento desproporcionado del volumen de las extremidades superiores de la persona con lipedema en los brazos, lo que puede provocar dolor, hinchazón y reducción de la movilidad.
A pesar de que existen distintos tipos de tratamiento para esta variante de lipedema, en los casos más extremos es posible que haya que recurrir a una solución quirúrgica. Por eso lo más recomendable es acudir a un centro médico de Sanitas en cuanto se detecten los primeros síntomas que puedan apuntar a la presencia del lipedema, ya que el diagnóstico y tratamiento temprano son importantes para prevenir complicaciones a largo plazo.
La acumulación de grasa provocada por el lipedema en las extremidades del cuerpo humano puede despistar a la persona que lo sufre, que podría pensar que únicamente sufre de obesidad. Es por esto que hay que tener presentes cuáles son los síntomas del lipedema para obtener la ayuda médica necesaria cuanto antes.
El lipedema se caracteriza porque produce una acumulación anormal de grasa en zonas como las piernas o los brazos, pero esto precisamente es lo que hace que en muchos casos tienda a confundirse con problemas de gestión de peso. Sin embargo, su detección temprana es una de las mejores formas de controlar su sintomatología, por lo que hay que saber cómo identificar este tipo de afección.
Para ello es necesario prestar atención a los síntomas más habituales del lipedema, pero también pedir cita en un centro sanitario de confianza para que un médico pueda elaborar un diagnóstico fiable.
Es posible que para esto último sea necesario realizar pruebas como una resonancia magnética o un ultrasonido, ya que en determinados casos es la única manera de descartar otro tipo de condiciones similares.
Hay distintas causas que pueden dar lugar a la aparición del lipedema en una persona, y estas son las principales:
Saber cómo tratar el lipedema es determinante a la hora de proporcionar la mejor calidad de vida posible a las personas que lo sufren.
A día de hoy, el tratamiento más efectivo para el lipedema es eliminar las células adiposas alteradas mediante un procedimiento quirúrgico.
Existen distintos tipos de cirugía de lipedema en función del grado de afectación de cada paciente:
En cuanto a los tratamientos no quirúrgicos para el lipedema, resultan menos invasivos y cada vez ofrecen mejores resultados. Además, en la mayoría de ocasiones, se tratan de procedimientos auxiliares que complementan la cirugía del lipedema.
Todas las mujeres nacen con óvulos en sus ovarios, pero su cantidad es finita, lo que quiere decir que el número de óvulos va descendiendo hasta que terminan ...